Los niños crecen en un mundo que pone a su disposición una gran cantidad de información al alcance de un clic. Cuando preguntan quieren respuestas rápidas porque están acostumbrados a recibirlas así. A continuación ponemos a tu disposición las presentaciones del seminario "Ser, hacer y compartir: las habilidades para el aprendizaje en el siglo XXI" organizado por educarchile en el marco del Salón Internacional de la Educación, y te contamos cómo fue el evento.
Con la pregunta de cómo enseñar en el escenario actual, invadido por los nuevos medios tecnológicos se articuló el seminario "Ser, hacer y compartir: las habilidades para el aprendizaje en el siglo XXI", organizado por educarchile el pasado 21 de agosto, en el Centro Cultural Estación Mapocho, en el marco del Salón Internacional de la Educación (SIE), donde diferentes personalidades entregaron antecedentes para entender el lugar en que estamos en relación al aprendizaje y la tecnología.
Con un foco especial en la importancia de formular buenas preguntas, el encuentro contó con la participación de más de mil personas, en su mayoría actores de la educación actual en nuestro país.
En sus palabras de presentación, el director ejecutivo de Fundación Chile, Marcos Kulka, recalcó las dramáticas diferencias que deben asumir los docentes, entre la educación que recibieron y la que están llamados a impartir. “Cuando nacieron los estudiantes que entran hoy a la universidad, ni Facebook, ni Twitter, ni Google existían. ¿Cómo será el mundo en 2070 cuando jubilen los niños que hoy entran al colegio? ¿Qué curriculum necesitan esos estudiantes?”. El directivo recordó que los profesores siguen teniendo un papel de primera importancia: “antes los profesores eran propietarios del conocimiento, hoy nadie lo es, pero los profesores tienen algo único: el tiempo que pasan con los niños”.
Paola Alarcón, subdirectora de Enlaces MINEDUC, recordó que su institución ha estado trabajando en la integración de las tecnologías en la escuela para ofrecer oportunidades de aprendizaje más efectivas. “A esta generación por cierto no le es fácil, vive un contexto totalmente distinto del que nos tocó vivir”, acotó, puntualizando que en un mundo donde las distancias son cada vez más cortas y las fronteras tienen cada vez menos límites, existe conciencia de lo complejo que resulta abordar la búsqueda y selección de la información, y ese es precisamente el escenario en que viven los estudiantes con que les toca lidiar a los docentes.
Francisca Petrovich, se refirió a cómo la era de la información dio paso a la era del conocimiento en nuestros días. “Esta era es social y colaborativa (dijo); si antes teníamos el desafío de cómo construimos conocimiento ahora el desafío es cómo lo usamos. Estamos hiper conectados, nunca antes habíamos estado tan cerca unos de otros”. La especialista concluyó que tanto en esta era como en las que la precedieron, todas las preguntas llegan y permanecen en la escuela.
El rol del docente
Al navegar en internet lo primero que hacemos es buscar dónde hacer clic, eso toma poco tiempo en aprender. Pero debemos partir de una pregunta clave: ¿Qué quiero buscar? ¿Cuáles son las palabras que me van a llevar a encontrar la información que busco? Inmediatamente después debemos revisar las páginas a las que accedemos leyendo comprensivamente la información que se nos ofrece. Y al final debemos evaluar la información, y decidir "a quién le vamos a creer de toda la gente que nos habla".
Estas dos últimas etapas deben ser enseñadas. En su presentación, la investigadora del CEPPE, Magdalena Claro, especificó que los nativos digitales son nativos “funcionales”: “No es un grupo con características homogéneas; hay diferencias familiares y factores individuales que inciden en su relación con le tecnología, como su rendimiento previo en lenguaje y matemática”.
En opinión de Magdalena Claro, el docente no le teme a la tecnología, ni la rechaza, como se le ha caricaturizado; muy por el contrario, es plenamente conciente de su importancia. “Pero no tenemos un sistema que permita al profesor trabajar con la tecnología (añadió), sino más bien un desafío en esa área, y no solo con profesores sino también a nivel curricular, ya que es necesario generar un rol distinto”. La experta precisó que hoy el profesor no es la única fuente de información ni la principal, sino que está compitiendo con todas las voces que están en internet. Por lo tanto el problema no tiene que ver con transmitir información, sino con ver cómo enseñamos a pensar de manera crítica y creativa en este contexto. Teniendo esta información, hay que apuntar a formar el pensamiento y el corazón de los jóvenes para participar en este ambiente donde la información está disponible para todos.
El año pasado, el investigador Sugata Mitra en la última de sus charlas TED presentó a la comunidad internacional su proyecto Self Organized Learning Environments, SOLE (Ambientes de Aprendizaje Auto-organizado), en el que une tres elementos: banda ancha, colaboración y estímulo. De acuerdo a su sistema, el aprendizaje se facilita al plantear preguntas correctas y dejando a los niños investigar por su cuenta. Emy Rivero lideró un equipo para desarrollar la experiencia en la escuela San Vicente Ferrer de Cerro Navia.
SOLE trabaja bajo la premisa de que los niños pueden aprender casi cualquier cosa por sí solos, si están suficientemente motivados, y de que el trabajo colaborativo es un componente muy poderoso en el aprendizaje. Por ello, la pedagoga explicó que esta metodología es un espacio de aprendizaje que se crea cuando educadores incitan, motivan, instan a los niños a trabajar colaborativamente para responder sus propias preguntas significativas, usando internet.
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